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C á r d e n a S

.:: He vuelto a nacer ::.

.:: He vuelto a nacer ::. Quizás estas lineas no sirvan más que para decorar un triste blog apenas concurrido del que el creador solo siente pequeños destellos de luz que le lleva a actualizarlo de tarde en tarde.
Muchos dicen que se ve un túnel largo y oscuro con una luz al final que cuando estas casi llegando a tal iluminada zona algo te paraliza y te impide alcanzarla, en esos momentos crees que la luz es la vida y la vida te impiden cogerla, más tarde te das cuenta que tal luz era la puerta a una muerte segura y que ha sido tu cuerpo el que ha agarrado a tu alma por los pies para no dejarla escapar y seguir luchando por la vida.
Esa situación yo no la he vivido tal y como se describe, pero no deja de ser una experiencia más al borde de la muerte.

Ese fino y translucido velo que divide la vida de lo que no lo es, esa misteriosa tela es la que acaricié con la punta de mis dedos hace escasamente 30 días, pero sigo recordandolo como si lo estuviera viviendo de nuevo en este mismo instante.

No eran más de las 22:00, una cálida noche de otoño en la provincia de Extremadura. Pocas nubes habia en el cielo y ningún intento por dejar caer alguna gota de lluvia pues ni siquiera el viento hacia aparición. La risa era contagiosa. Casi dos semanas sin vernos y no se podian contener los sentimientos de alegría. Era magia lo que se respiraba. Ver a mi mejor amigo con su “mejor amiga” era más que suficiente. Los 400 km recorridos fueron recompensados con una alegre mirada y una desinteresada sonrisa.
Las palabras tropezaban unas con otras porque todas eran importantes y todas querían salir a la misma vez, al final no decías nada y solo podías sonreir de oreja a oreja.
El coche seguía su curso, el desarrollo lógico y normal de la carretera. ¡Era tan idílico!. Todo era sublime, todo era tan perfecto que debía de estropearse de alguna manera, pues la perfeccion en este mundo imperfecto no tiene cabida. Al final del tramo por el que íbamos hacía curva y terminaba con un cruce en forma de “T”. En ese preciso momento es cuando el coche debía de elegir. Derecha o izquierda. El coche eligió. Sin detenerse, con el grito puesto en el cielo, el cruce en forma de “T” lo convirtió fatídicamente en un cruce en forma de “+”, puesto que no se detuvo y lo hizo recto.
El quitamiedos, útil en todas las carreteras de España, lo saltó como un potro, literalmente pasó por debajo. Pero al impactar el capó voló directamente hacia la luna delantera a la altura del techo golpeando violentamente de lleno, hundiéndolo a la altura de mi cabeza y arrojándome encima la luna entera que se hizo añicos debido al impacto.
Detrás del quitamiedos había una acequia o zanja que de ancho fácilmente abarcaba 6 metros y que estaba reforzada con hormigón armado para que en épocas de lluvia la tierra no experimente ningún movimiento. El coche superó el quitamiedos sin dificultad y se mantuvo en el aire unas décimas de segundo que sentí hasta que la cara opuesta de la acequia reforzada con hormigón armado nos detuvo en seco, haciendo que los airbag saltaran, algo muy útil acompañado del cinturón de seguridad, pero como los cristales de la luna aún permanecían en mi cara, cuello, manos, cuero cabelludo, el airbag los incrustó levantandome la piel e introduciendomelos dentro de los tejidos haciendo múltiples erosiones en cara, manos, cabeza, cuello… por mi rostro me resbalaba sangre en tal cantidad que es lo único que se me veía. Veía salir humo del coche, me miré la camisa y junto a toda la sangre que la manchaba podían distinguirse gotas de aceite del motor que cayeron dentro. Esto fue debido a que el motor se partió por la mitad, los balancines que es lo que lo sujeta ni aparecieron cerca del lugar, el coche era un ALFA 156, coche grande y con un capó delantero bastante largo, y se esfumó, como si tal largura nunca hubiera existido. En ese momento, hay muchas personas que del miedo se paralizan, no saben qué hacer, lloran… el miedo es muy libre, y las emociones junto al modo de actuar tambien. Yo me sorprendí a mi mismo de mi reacción, pero yo quería salir del coche, ese era mi objetivo, intenté abrir mi puerta y no abría, la del pasajero y la trasera derecha tampoco abría, así que de nuevo me ensañé con mi puerta hasta que logré abrirla a patadas y salí por mi propio pie. El olor era nauseabundo, a tomate podrido pues esa zanja era un desagüe que utilizaba la fábrica de Tomate que había a lo lejos.
Salí corriendo hacia la carretera para pedir ayuda a los coches que pasaban, pero no fue necesario pues 3 coches ya se habían parado y habian llamado a la ambulancia y a la guardia civil. Al ver que la ayuda estaba en camino, volví para ayudar a los dos amigos que iban conmigo a salir de aquel amasijo de hierro en el que mi coche se habia transformado.
Pudimos salir los tres por nuestro propio pie, magullados, doloridos, cojeando, pero vivos. Un guardia civil después de analizar el siniestro, ver el coche y vernos a nosotros nos dijo que esa noche no nos tocaba morir.
¿Estoy exagerando? Puede que piensen muchos, y es una opinión; la mía es muy diferente, la mía me repite una y otra vez que sigo vivo porque he vuelto a nacer, sí, me han concedido una segunda oportunidad, y no pienso desperdiciarla. Estoy convencido que todo vestigio de inmadurez, temeridad o imprudencia que llevaban acompañándome todo este tiempo, murieron allí mismo. Soy un hombre nuevo, tengo una vida nueva, he vuelto a nacer y esta vez haré las cosas de otra manera.



3 comentarios

loida -

aaiiinnnsss!!!!!q sustillo,eh??pero mira todo quedo en un sustillo,salvasteis lo mas valioso,osea,vosotros,eso es lo mas importante,y en lo que teneis que pensar,e intentar olvidar lo que paso,vale?!yo recuerdo el viaje tan angustioso que tuve hasta llegar donde estabais,hasta que os vi,y bueno estabasis \"bien\",que como ya te he dicho es lo mas importante.por cierto esa vez no cuenta,teneis que volver,eh??!!jejeje.muchos besitos niño

Raquel -

Ayyy que susto que me has dado. Tenía un nudo en el estómago hasta que he escuchado tu voz diciéndome: estoy trabajando...Me hubiese disgustado mucho el que te hubiera pasado algo peor, a ti y a los que iban contigo. Te tengo cariño y aprecio así que me alegro un montón de que sigas aquí y así podértelo decir más a menudo y llarmarte prismons jasvins. Un besito mu grande

PEQUITAS -

Ni inmadurez,Ni temeridad o imprudencia. Una carretera sin iluminar, un stop despues de una curva, falta de bandas sonoras... Os salvó la Prudencia (Cinturon) y la falta de velocidad. No conocí al Sanedrac de antes, pero al de ahora si lo estoy conociendo y no se respira en ningún momento inmadurez. PRUDENCIA - VELOCIDAD= VIDA (PVV)PRECIO VIDA VALIOSISIMO. La vida es el fruto de nuestras circunstancias. Que siempre tienen que enriquecernos. crecemos aunque no nos guste. ¡¡¡Yo no quiero crecer!!!... Un abrazo Amigo